martes, 10 de febrero de 2015

EN LA ORILLA, Rafael Chirbes

 “Con la edad, aumentan los conocimientos sobre lo desagradable de la vida”. Rafael Chirbes, EL CULTURAL.ES

FICHA TÉCNICA PVP con IVA 19.90 €
Nº de páginas 440
Colección: Narrativa hispánica.

El hallazgo de un cadáver en el pantano de Olba pone en marcha la narración. Su protagonista, Esteban, se ha visto obligado a cerrar la carpintería de la que era dueño, dejando en el paro a los que trabajaban para él. Mientras se encarga de cuidar a su padre, enfermo en fase terminal, Esteban indaga en los motivos de una ruina que asume en su doble papel de víctima y de verdugo, y entre cuyos escombros encontramos los valores que han regido una sociedad, un mundo  y un tiempo. La novela nos obliga a mirar hacia ese espacio fangoso que siempre estuvo ahí, aunque durante años nadie parecía estar dispuesto a asumirlo, a la vez lugar de uso y abismo donde se han ocultado delitos y se han lavado conciencias privadas y públicas. Heredero de la mejor tradición del realismo, el estilo de En la orilla se sostiene por un lenguaje directo y un tono obsesivo que atrapa al lector desde la primera línea volviéndolo cómplice.

Rafael Chirbes (Tabernes de Valldigna, Valencia, 27 de junio de 1949) es un escritor y crítico literario español. Se dedicó a la crítica literaria durante algún tiempo y posteriormente a otras actividades periodísticas, como las reseñas gastronómicas (en la revista Sobremesa) y los relatos de viajes.
Su primera novela, Mimoun (1988), quedó finalista del Premio Herralde y su obra La larga marcha (1996) fue galardonada en Alemania con el Premio SWR-Bestenliste. Con esta novela inició una trilogía sobre la sociedad española que abarca desde la posguerra hasta la transición, que se completa con La caída de Madrid (2000) y Los viejos amigos (2003). Con Crematorio(2007), un retrato de la especulación inmobiliaria, recibió el Premio Nacional de la Crítica y el V Premio Dulce Chacón.
En la orilla: 
Impactante y crítica, retrata estos últimos años de la crisis económica y el impacto decisivo en la vida de  quienes la han sufrido. Aunque hay que señalar que esta novela independiente y la  consecuencia de una situación concreta  en la que vivimos inmerso desde hace unos años (algo que tampoco sería criticable), sino un nuevo capítulo dentro de la trayectoria del valenciano, encargada minuciosamente de adentrarse, y mostrar las miserias, en todo un entramado de valores.

Su anterior trabajo “Crematorio” contaba con el paisaje de fondo de los grandes y exuberantes pisos que rompían la propia esencia del suelo en el que estaban edificados. Una “lujosa” máscara que albergaba los más abyectos preceptos morales. Esta novela fue señala a la televisión por canal+ cosechando muy buenas críticas.

Ahora, esa careta se ha desvanecido y han quedado a la vista desnudos esqueletos que dejan al descubierto lo que albergaban bajo ellos. Un pantano, con todo el valor simbólico que eso conlleva, que ocupa la localidad en la que transcurre este nuevo relato, completa la vista panorámica.

Premios: 
La novela En la Orilla, de Rafael Chirbes, publicada en 2013 ha ido recogiendo poco a poco múltiples premios: 
Resumen  de En la orilla, de Rafael Chirbes: 
La novela comienza con una narración en tercera persona, a manera de introducción, que describe el descubrimiento, por parte de Ahmed, un marroquí desempleado, de restos humanos en un pantano de Olba, un pueblo imaginario ubicado en las costas mediterráneas de la Comunidad Valenciana y que podría ser el reflejo de cualquier pueblo de la zona.

Esto podría hacernos pensar que se trata de una novela policiaca y que vamos a entrar en la revelación de un misterio, nada más lejos, el cadáver es una excusa, no vuelve a aparecer en la novela, pero no dejamos de pensar en él y lo que es más desolador empezamos a intuir quién será la víctima.
 E iniciamos la lectura, lectura que NO es fácil, el resto del libro es narrado casi en su totalidad en primera persona, en la voz de Esteban, que va contando su vida y la de las personas que le son cercanas. Nativo de Olba, donde ha pasado toda su existencia (salvo algunas escapadas a Londres, París e Ibiza, en su juventud), acaba de cumplir 70 años; no se casó ni tuvo hijos, reside en la casa paterna y está a cargo de su anciano padre, que padece demencia senil.

A lo largo de En la orilla, Esteban nos describe a su familia: a un padre introvertido e inexpresivo, combatiente del lado republicano durante la guerra civil, por lo que luego debió cumplir varios años de cárcel; todo ello lo convirtió en un ser amargado y retraído, condiciones reflejadas en el trato a sus hijos y esposa, a quienes consideraba una carga.

Poco habla Esteban de su madre, de su hermano mayor Germán (muerto de un cáncer de pulmón), o de su hermana Carmen, que vive en Barcelona y no los visita; le dedica más a su hermano menor Juan, un vividor que se mantiene de estafar a los incautos y que nunca logró obtener un centavo de su padre. También habla de su tío Ramón, con quien tuvo más contacto que con su padre.
Esteban regentaba la carpintería que había sido de su abuelo y luego de su padre. Tomás Pedrós, un constructor hasta entonces exitoso, lo convence para invertir todo el capital familiar en una promoción de viviendas. Pero sobreviene la crisis, la construcción se paraliza y Esteban lo pierde todo: los ahorros, la casa y la carpintería.
Paralelamente, a lo largo de En la orilla, de Rafael Chirbes, el protagonista nos cuenta la historia de Francisco, su mejor amigo, y en el que podemos encontrar algún rasgo del propio Chirbes, como él escribió en una revista gastronómica. Francisco proviene de una  familia de extrema derecha, que logra gran éxito como experto en vinos. Francisco se casó con Leonor, el gran amor de Esteban y, pese a la crisis, mantiene una excelente posición económica, al igual que otro amigo, Justino, quien amasó su riqueza a cuenta de explotar inmigrantes.

Sin embargo, nos describe también las tribulaciones de quienes han perdido el trabajo por causa de la crisis, especialmente de Joaquín, quien con 3 hijos todavía pequeños carece de profesión y oficio calificado (había sido barrendero y en la carpintería ejercía de todo menos de carpintero); o de Liliana, una mujer colombiana que cuida de la casa y del padre de Esteban hasta que este se ve obligado a prescindir de sus servicios.

El espacio.
Desde las aguas podridas del pantano ha escrito Rafael Chirbes En la orilla, se ha pasado estos seis últimos años plantado en el marjal, mirando y mirando, Al pantano lo ha hecho protagonista y por sus aguas fangosas ha lanzado a un
coro de hombres y mujeres para que vivan sus pobres vidas sórdidas y desoladas, al borde del desahucio. La novela es de una densidad literaria y una carga simbólica apabullantes. Retumban las voces desde el estercolero, y en ese patio trasero que teníamos olvidado todo son sueños rotos.
Esta novela tiene el afán de, además de que el pantano sirva como metáfora, ser una narración en la que estén imbricados el pasado y el presente, la guerra y la posguerra, porque los mecanismos por los que unos se enriquecieron siguen funcionando y todo es como una pasta espesa y pringosa.

El trasfondo de En la orilla, de Rafael Chirbes
 Desolación. Tal vez sea esta palabra lo que mejor define la descripción que Chirbes hace de la España que ha quedado después de la crisis, una crisis que no sólo ha destrozado la vida de millones de trabajadores y de pequeños y medianos empresarios -aunque dejando a los poderosos indemnes, como trata de resaltar el novelista en su retrato de Francisco y Justino, por ejemplo, o del propio Tomás Pedrós- sino que ha hecho aflorar los más ruines sentimientos del ser humano. Chirbes desnuda el alma de todos los protagonistas de En la orilla, incluyendo la de Esteban, para dejar al descubierto sus debilidades, su hipocresía, sus apetitos más bajos.
No obstante, a diferencia de su anterior novela, Crematorio, en la que describe los inicios de la debacle económica, el escritor parece eliminar cualquier resto de esperanza, condenando a los personajes a una perdición o a una infelicidad eterna, que luciría consustancial a la naturaleza humana, independientemente de la situación económica. ¿Pesimismo extremo o simple realismo? Seguramente esta es la pregunta fundamental que el autor desea que los lectores respondamos.

La técnica y el estilo de En la orilla, de Rafael Chirbes
El autor narra la novela casi totalmente en primera persona, con párrafos extensos en los que eventualmente se cuela algún diálogo. Utiliza continuamente la analepsis, es decir, el salto al pasado, pero sin un orden cronológico, empleando los recuerdos en la medida que son necesarios para explicar la situación actual. Todo esto hace que la novela sea profundamente intimista, que es tal vez su característica principal. Ello, sin embargo, hace que sea más difícil captar la atención de lector.  

Rafael Chirbes escribe con un pulso narrativo envidiable, como si de una apisonadora se tratara avanza implacable para conseguir sus fines. Todo ello bajo un fuerte tono realista, que no esquiva la crudeza en muchas ocasiones, en el que se entrelaza tanto lo descriptivo como lo reflexivo, y aunque predomine la voz del protagonista, se intercalan también las de otros personajes.

“En la orilla” es un libro extraordinario, de aquellos que pueden servir de resumen de toda una época, que aunque se pueda pensar lo contrario no hace referencia únicamente a los últimos años en los que la crisis ha mostrado su rostro más feroz, sino todo lo que se había ocultado durante mucho tiempo. Por si eso fuera poco, la obra es también una reflexión mucho más genérica sobre el racismo, la familia, la ideología enfrentada a la vida o la frustración.

ENLACES DE INTERÉS:


"Porque, dime, ¿trata sobre la corrupcion? No. ¿Sobre el crimen? No. ¿Sobre el suicidio? No. ¿De sexo? Tampoco. Al final, insistirán: pero, estaban enamorados, o no'? Pues yo qué sé, contestaré. Si lo supiera, lo hubiera dicho. La literatura trata de la complejidad de la vida”. 




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